viernes, 24 de febrero de 2012
Transformación un texto de Guido Argentini. Transformation a beautiful text by Guido Argentini
Es fabuloso como podemos encontrar a un maestro consagrado con los pies en la tierra, hago esta afirmación en base a mi experiencia con el fotógrafo Guido Argentini, a raíz del articulo que publique acerca de su obra en 5 Pieces Gallery (http://5piecesgallery.blogspot.com/2012/02/raul-gasque-about-guido-argentini.html?spref=tw) hemos mantenido una fluida correspondencia por medio de mensajes, en esta correspondencia he confirmado que el Maestro Argentini es una persona sensible, amable, accesible y muy interesado en la opiniones de la gente que sigue su obra, hablando de esta correspondencia el maestro de la luz y las sombras femeninas me hizo el favor de mandarme en español e ingles los textos introductorios de su libro “Shades of a woman” .
Con su autorización previa tengo el placer de compartirlo con todos y todas ustedes.
Transformación
La realidad está en continua transformación, nada en nuestro universo es estático.
En el momento mismo en que trato de detenerme, no hago más que perder el contacto con la realidad, que sigue hacia adelante sin mi.
Cada crecimiento comporta un modo diferente de ver las cosas y el mundo.
A través de la fotografía se han expresado mis visiones de la belleza y la de la mujer.
Mi primer libro, “Silvereye”, representa mi amor por la naturaleza, por el baile y por la formas del cuerpo femenino.
Hace veinte años comencé a fotografiar modelos, bailarinas y gimnastas desnudas en medio de la naturaleza. Mujeres que juegan con el agua entre las olas del Mar Mediterráneo, mujeres recostadas sobre las dunas del desierto de Arizona y sobre las playas volcánicas de las islas Hawai.
Luego pinté el cuerpo de mis modelos de plata y las transformé en estatuas en movimiento.
Inconscientemente, traté de devolverle a la mujer el rol de diosa del que, lamentablemente, los hombres la despojaron hace algunos milenios.
Con mis dos libros siguientes, “Private Rooms” y “Reflections” intenté explorar el erotismo.
Fotografié mujeres en la intimidad de habitaciones cerradas, en hoteles de lujo, en moteles en las afueras, en casas modernas y en palacios antiguos.
Estas fotografías reflejaron claramente una visión masculina del erotismo.
En realidad, no creo que los hombres entiendan lo que el erotismo representa para las mujeres.
Al fin y al cabo, a la mayor parte de los hombres mucho no les interesa entender lo que las mujeres realmente sienten y lo que representan para ellas el erotismo y la sexualidad.
La mayor parte de las parejas actúa un guión. Ya sea el hombre que la mujer asumen unos roles y, sin darse cuenta, transforman la propia vida en una representación.
El hecho que todos se comportan más o menos en la misma manera, nos hace sentir en regla.
Es el terrible “NOSOTROS” de la pareja, de la familia, de la nación, del partido político o de la religión que nos da seguridad; todos estos “nosotros” nos hacen sentir protegidos y hacen parecer todo normal.
Cuando alcanzas una perspectiva diferente, por que realmente la buscaste, debes necesariamente tomar una decisión. Puedes seguir actuando en el escenario sabiendo que no eres más que un actor o deberás comenzar a cambiar realmente.
Este es el único poder que se nos concede, el de poder cambiar a nosotros mismos cuando y cuanto queramos, ya que no tenemos algún poder sobre los otros.
Mis fotografías no son más que la expresión de quien soy yo.
El recorrido que elegí, como individuo, solamente se puede materializar a través del cambio.
Siendo un varón, me doy cuenta que no tengo suficiente intuición y sensibilidad: las dos cualidades que tanto serían necesarias para entender mejor a nuestra realidad.
Dios ha donado estas cualidades a la mujer, junto con la capacidad de crear la vida.
Mi nuevo libro se titula “Shades of a woman” (Sombras de una Mujer); en este, comienzo a explorar diferentes niveles y matices de la naturaleza femenina.
Siempre necesito encontrar un nuevo punto de vista desde el que mirar al mundo, a la vida y a las mujeres.
Yo, como cada hombre, soy como el agua que solo puede caer hacia abajo, esclava de la fuerza de gravedad. Solamente cuando encuentra una fuente de gran calor, como el fuego, el agua se transforma en vapor y, por primera vez, cambia su estado físico y la dirección natural de su curso, y se eleva.
El hombre necesita ser sacudido del estancamiento de la vida diaria. A menudo se necesita un evento, o más de uno, para salir de este estado hipnótico que llamamos “normalidad” de manera que nuestra vida pueda cambiar.
Y así fue para mí.
Necesité vivir experiencias, traumas, para poder por fin transformar en acción lo que, en teoría, intentaba hacer hacía ya muchos años.
Este último proyecto no es un punto de llegada, sino uno punto de partida.
Desde siempre, todo lo que he hecho ha sido “para los ojos de una mujer”. La mujer siempre fue la fuente de inspiración para toda forma de arte, para mí así como para todos los hombres que han intentado crear algo en el pasado.
Este libro contiene solamente muy pocas de las imágenes publicadas en mis libros anteriores; la mayor parte son trabajos más recientes en los que intento contar unas historias.
Son imágenes individuales, como un fotograma extraído de una película. Dejo a la historia, la música, las palabras y los silencios enteramente a la fantasía de aquellos que observan mis fotos.
Mi esperanza es la de creer, siempre más, que serán las mujeres, las musas que me guiaron a lo largo de mi camino hasta hoy, los mismos sujetos de mis imágenes y las mujeres que observan mis fotos, las que se identificarán en estas historias.
Este libro es por lo tanto el comienzo de un nuevo recorrido, el comienzo del único camino que realmente valga la pena recorrer en esta vida: aquel que lleva hacia el Amor.
Solamente a través del amor se puede cumplir esa transformación necesaria para elevarse realmente.
El amor es el fuego más intenso; su inmenso calor puede transformar nuestra vida radicalmente.
El amor hace posible que en lugar de precipitar hacia abajo como el agua de una catarata, uno se pueda elevar como una nube de vapor.
Como escribe San Pablo en la carta a los Corintios:
“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.
Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.”
Guido Argentini
In english:
Transformation
Reality undergoes a continuous transformation; nothing in our universe is static. At the very moment that I attempt to stop, all I do is lose touch with reality, which goes on without me.
Each instance of growth implies a different way of looking at things and at the world.
Through photography I have always expressed my vision of beauty and of women.
My first book “Silvereye” shows my love for nature, for dance and for the shapes of the female body.
Twenty years ago, I began photographing models, dancers and athletes, all naked in the nature. Women who play with water in the Mediterranean waves, women lying on the dunes of the Arizona desert and on the volcanic beaches of the Hawaiian Islands.
I then painted their bodies with silver paint and transformed them into statues in motion.
Subconsciously, I attempted to give back to women the role of goddess that, unfortunately, men took away from them a few millenniums ago.
In my following two books, “Private Rooms” and “Reflections”, I attempted to explore eroticism.
I photographed women in the intimacy of closed rooms, in luxury hotels, in suburban motels, in modern homes and antique palaces.
These photographs clearly reflect a male view of eroticism.
Actually, I don’t believe that men really understand what eroticism represents for women. Deep down, most men are not really interested in understanding what women actually feel and what eroticism and sexuality represent for them.
Most couples act out of a script. Both man and woman take on roles and, unconsciously, transform their lives into an act.
The fact that we all, more or less, behave in the same manner makes us feel in order.
It is the terrible “US” of the couple, the family, the nation, the political party and the religion that makes us feel safe; all these “us” make us feel protected and assured that everything is fine.
Once you gain a different perspective after strongly searching for it, you must then make a decision: you may continue acting on the stage with the awareness that you are nothing but an actor or you can start to really make a change.
This is the only power granted to us; the one to change ourselves when and as much as we want, since we have no power over others.
My photographs are merely an expression of who I am. The path I have chosen to follow as an individual is the one that can only materialize through change.
Being a male, I realize that I never have enough of the two qualities that are so necessary to better understand our reality: intuition and sensitivity. God has given these qualities to women, along with the gift of creating life.
This new book is entitled “Shades of a woman”; in this project, I began exploring different levels and nuances of the feminine nature.
I constantly need to find new visions of the world, of life and of women.
I, as every man, am like the water, which can only run downward, as it is oppressed by the force of gravity. It is only when water finds a source of great heat, such as fire, that it can be transformed into steam and thus, for the first time, change its physical state and the natural direction of its course to move upward.
A man needs to be shaken from the stagnation of his everyday life. He often requires an event, or more than one, to get out of this hypnotic state we call “normality” so that his life may change.
That is what happened to me.
I needed experiences and traumas in order to finally transform into action what I theoretically was trying to accomplish for many years.
This latest project of mine is not a finish line, but rather a starting point.
Everything I have always done has been “for the eyes of a woman”.
The woman has always been the source of inspiration for all art forms, for me and for all men who have tried to create something in the past.
This book contains only very few of the pictures published in my previous books; most of them are more recent efforts in which I attempt to tell a story. They are single images, like frames taken from a movie. The story, the music, words and silences are all left to the imagination of those who look at my photographs.
My hope is to increasingly believe that women, the muses who have guided me along my path up to this date, whether the subjects of my pictures or those who see my photos, will identify themselves in these stories.
This book is therefore the beginning of a new path, the beginning of the only journey that is actually worth travelling in this life, the one leading to Love.
It is only through love that we can experience the necessary transformation to really reach new heights.
Love is the strongest fire; its intense heat can radically transform our lives.
Love ensures that instead of falling dawn like water in a waterfall, we can move upward like a cloud of steam.
As Saint Paul wrote in the letter to the Corinthians:
“Even though I speak the languages of men and of angels, if I don’t have love, I have become sounding brass, or a clanging cymbal.
Even if I possess the gift of prophecy and my faith is so great as to move mountains, I’ll be nothing if I have no love”.
Guido Argentini.
Photographie: Guido Argentini, Who's waiting for her?
Photographie: Guido Argentini Portrait
http://www.guidoargentini.com/
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